Estoy a su lado. Cogida de su mano. Me siento feliz. Segura. Nada me da miedo junto a él. Siento que podría mover la montaña más alta. Miro sus ojos. En los que me pierdo. En ellos veo un horizonte lleno de un infinito de secretos por descubrir. A este momento no le veo el fin. Nos sentamos en el banco más cercano. Uno al lado del otro. Te sonrío y tú me devuelves la sonrisa. Te inclinas y nuestros labios se juntan. Noto una oleada de sentimientos. Todos a la vez. ¡Qué bien saben sus besos!
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