Hola de nuevo, ¿me echabas de menos?

Querido 20:

Ya sé que estás harto de mis cartas, pero hace mucho que no sé nada de tí. Supongo que hoy estarás pasándotelo bien, aun que yo no tanto. Estoy intentando olvidar aquel mes, pese a lo bonito que fue, pero hay algo que me lo impide. No quiero pensar en ti, pero aun así, sigues siendo todavía parte de mi, y no puedo olvidar algo que es mío. Ya se que te diviertes a mi costa viendo como pasa ese día del mes, solo te pido que aunque yo no pueda, tú me olvides a mi. Sé que es mucho pedir, pero me debes una.

Para cuando la razón es capaz de entender lo sucedido, las heridas en el corazón ya son demasiado profundas.

Cuando crees que ha llegado el final, que ya nada tiene sentido sin él,  que estás acabada, que lo has perdido todo, aparece alguien de la nada para empezar otra nueva historia contigo.

Que ya nada es igual desde que te fuiste, creí que volverías pero no fue así. Disimulo haciendo pensar a los demás que he olvidado esos abrazos en medio del pasillo, pero es lo que más echo de menos ahora. He de reconocer que fuiste importante para mi hasta el punto de necesitarte cada día, pero desde que te marchaste y dejaste huella aquí, esa marca se está empezando a borrar, poco a poco pero va desapareciendo. Ahora que no estás algunas cosas perdieron su sentido, ¿para qué hacerlo si no estás tú?; me preguntaba, pero paso a paso van recuperando su significado, muy lentamente todo va cobrando vida, todo aquello que cuando te marchaste quedó muerto. Mi corazón está cosiendo esa herida que dejaste, y ya, casi ha cicatrizado.

Por aquellas personas que llaman al telefonillo y dicen: Soy yo. Por aquellas personas que comentan aunque no preguntes su opinión. Por las que cuando notan que alguien le está mirando busca un espejo y se arregla. Por aquellas que siempre se sientan en el mismo banco, del mismo parque, a la misma hora a mirar lo mismo aunque saben que no va a cambiar. Por esos que tiran el envoltorio del caramelo “accidentalmente” sin que nadie lo vea por pereza de buscar una papelera. Por aquellas que en clase de lengua desconectan del mundo. Por los que hemos imitado a alguien hasta hacerla rabiar, solo por aburrimiento. Por esas personas que no enchufan el secador descalza por miedo a que le de un corrientazo. Por todos esos que han pegado la lengua en una farola en invierno. Porque todos hemos hecho estas tonterías sin sentido que hacen del mundo algo más divertido.

Lo bueno se hace esperar o por lo menos, eso dicen. Yo llevo esperando eso "bueno" toda mi vida y pienso que quizás no dio con el camino correcto y llegó a otra persona equívoca en vez de a mí. Pero, seré paciente, si algún día aquello "bueno" rectifica ese desliz, seguiré esperándole.

En el camino de la vida, te das cuenta que hay de todo menos una baranda en la que agarrarse.

Cadenas de recuerdos me arrastran al suelo.

La vida no es fácil, lo sé, o más bien, lo sabemos. Y si pudiera dar un consejo sería que no te agobies porque las cosas no vayan bien, dicen que lo bueno se hace esperar. No te pongas fronteras permítete a ti mismo sobrepasar esos límites. No te aferres al pasado, mejor vive el presente y espera al futuro que ya vendrá. Enamórate, haz tonterías por amor o por amistad. Confía en la gente que se merece que confíes en ella y arriésgate aunque no estés del todo seguro de lo que pasará después, es mejor arrepentirse de lo que has hecho que de no haberlo hecho. No esperes a nadie, porque el tiempo pasa y esperar duele. No te llenes la cabeza de pajaritos y céntrate en la realidad o acabarás decepcionado, aunque con esto no quiero decir que no tengas sueños como cualquiera. Todos tenemos sueños, que se cumplan es cosa del destino, así que porque alguno no se hagan realidad no te hundas, sigue soñando hasta lograrlo. No te hagas castillos en el aire, las ilusiones pueden hacer mucho, muchísimo daño, sobretodo de aquellos que prometen más de lo que pueden cumplir. Ama a quien te ame, a quien sepas que será como las estrellas para ti; aunque no se vean siempre estarán ahí. Diviértete y mira las cosas desde varias perspectivas, todas las cosas tienen su lado divertido, sólo tienes que verlo de otra forma. Siempre que puedas, sonríe. Ríete, sobretodo de ti mismo, de tus defectos y lo más importante; equivócate. 

Si haces todo esto, puede que la vida te parezca menos difícil, sólo tienes que mirarla desde otro punto de vista.

Hoy me apetece comerte a besos y abrazos, contar cada uno de los lunares de tu cuerpo hasta aprenderme donde está cada uno. Quiero que me despiertes de mis pesadillas, que me arropes cuando tenga frío y me destapes cuando haga calor, quiero decirte al oído que te amo y que te entre un cosquilleo que recorra todo tu cuerpo hasta dejarte la piel de gallina. Quiero morderte el cuello hasta dejarte la marca de mis dientes, quiero acariciar cada milímetro de tu piel. 

Quiero ser tuya y que tú seas mío.

Hay veces, suelen ser la mayoría, que las cosas no te salen como tú esperabas o como lo tenías planeado. El mundo le da totalmente la vuelta a la situación y arruinan completamente tus planes. Me dijeron una vez, que cuando las cosas pueden salir mal, saldrán peor. Yo lo pensé, reflexioné sobre aquello y que buen consejo fue, llegué a la conclusión de que los mejores momentos no son los planeados sino los que surgen así, sin más. Así que yo, ya no haré planes, esperaré a que esos recuerdos inolvidables vengan a mí.

Ojalá ellos me olvidaran a mí

Sí, aquí estoy yo, intentando olvidar el pasado. Quiero borrar de mi memoria todo lo que un día me hirió y hasta hoy esas heridas siguen abiertas como el primer día. El día en que tus actos, me arañaron el corazón, dejando cicatrices irreparables. Si pudiera, lo daría todo, absolutamente todo para que alguien cosiera esas heridas abiertas. No pierdo la esperanza de que el día menos esperado venga la persona más impredecible del planeta a curar lo que actualmente me mata por dentro.

Y a las estrellas les pregunto; ¿Por qué?

Esta noche; miro a las estrellas recordando los momentos pasados junto a tí bajo el mismo cielo, y no se me ocurre otra cosa que preguntarme: "¿Qué nos ha pasado?" Como en tan poco tiempo una amistad tan fuerte como la nuestra, se haya esfumado. Parecía imposible, tú sin mí y yo sin tí, que tontería, ¿no? Pues no lo era. Rompiste la promesa que aquella noche sellaste con palabras, pero las palabras se las llevó el viento.