Nunca experimenté esta sensación, no sabía que esto de estar enamorada era tan ilógico y extraño, sonríes sin darte cuenta, todo te parece bien, viven mariposas en tu estómago, podría pasar delante tuya el chico más guapo del mundo y aún así le prefieres a él, no tienes ojos para nadie más, sólo sus miradas te hacen rendirte y que bajes la tuya al suelo, sus besos te dejan sin aliento, sus abrazos te hacen sentir bien, sus buenos días al despertar son los únicos que quieres escuchar y sus halagos te hacen creer ser una princesa.
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